La "Classicissima" en su edición 102 se presenta como una de las carreras más largas de la temporada, con sus 298 km, pero cargada de tradición y leyenda que la hacen un objetivo importantísimo para los corredores. La carrera empezará a las 10 de la mañana (hora española) y la organización espera que el ganador cruce la línea de llegada entre las 16.45 y las 17.20 de la tarde.
Es uno de los "Monumentos" por derecho propio, aunque con los años ha pasado de ser una prueba con oportunidades para los valientes solitarios a convertirse en el paraiso de los sprinters. En tiempos pasados los equipos llevaban en volandas a sus líderes hasta la mitad del Poggio, última dificultad montañosa antes de la meta, y en los últimos metros de la ascensión, los corredores con opciones de victoria planteaban la batalla. Si se empezaba la vertiginosa bajada en primera posición con algo de distancia, había muchas posibilidades de ganar...
Hoy día los equipos controlan la carrera hasta los últimos 200 metros, convirtiéndose en una exhibición al sprint. Grandes campeones han ganado esta carrera, prácticamente todos los que han significado y significan algo en este deporte, como Fausto Coppi, Gino Bartali, Eddy Merckx, Miguel Poblet, Rick Van Looy, Roger de Vlaeminck, Fons de Wolf, Giuseppe Saronni, Francesco Moser, Sean Kelly, Laurent Fignon, Claudio Chiapucci, Gianni Bugno, Laurent Jalabert, Erik Zabel, Mario Cipollini, Filippo Pozzato, Oscar Freire, Alessandro Petacchi, Mark Cavendish, Cancellara...
Nuestro campeón Oscar Freire la ganó el año pasado (siendo su tercera victoria en esta prueba), y este año se vuelve a presentar en la salida con serias opciones de ganar... Milán San Remo significa pensar en el Poggio y su peligroso descenso, una correosa y estrecha bajada en el que un buen control de la máquina y el valor sin límites suelen ser garantía de buenas oportunidades, aparte de la suerte, como siempre.
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