Esperanza para un país

No voy a contar aquí las tragedias de un país pobre, ni a resarcirme en las imágenes trágicas que estamos viendo diariamente en la televisión, donde los presentadores oficiales de cada cadena se van a la zona de crisis, con camisas guayaberas a contar insitu los avatares de superviviencia de la población. (¿Estas estrellas mediáticas comerán caliente mientras a unos metros los habitantes de Haití pasan hambre?, me gustaría saberlo...)

Pero no podría dejar pasar la oportunidad que tengo en este blog para pedirles que se pasen por las organizaciones humanitarias de su confianza, o bien por las entidades bancarias en las cuentas al efecto y ayuden en la medida de lo posible a esta pobre gente. Y esperar que nuestra ayuda llegue a las manos de los que mas lo necesitan, aunque como me decía hace años un compañero periodista, Javier Ruiz, "de las multinacionales de la caridad nunca te puedes fiar"...

Ojalá que algo de ayuda les llegue, por humanidad.