En la cumbre del puerto del Ghisallo, paso habitual del Giro de Lombardía, se encuentra el Santuario de la Madonna del Ghisallo, la Patrona Universal de los ciclistas. En 1948, una antorcha bendecida por Pio XII fue llevada hasta el templo mediante relevos, siendo los dos últimos relevistas Gino Bartali y Fausto Coppi.
Este santuario se ha ido convirtiendo poco a poco en un lugar histórico de gran importancia para los ciclistas de todo el mundo, ya que en su interior se han ido depositando objetos, recuerdos, y como no, bicicletas, de grandes campeones. Coppi, Eddy Merckx, Francesco Moser, Saronni, Felice Gimondi, tienen su preciada máquina descansando en tan privilegiado lugar.
En 2006 se inauguró al lado del santuario un museo de ciclismo, supongo que para poder dar cabida de manera segura a todas aquellas joyas, y también para que los aficionados pudieran admirarlas sin problemas de espacio.
Como descripción de las imágenes, comentar que en las primeras vemos el exterior de la capilla y una vista del monumento que está en la entrada, así vistas del interior, rodeada de maillots, trofeos y bicis.
Del resto, ahí tenemos la bici del malogrado Fabio Casartelli, tal y como quedó después de su fatal accidente en el Tour de Francia de 1995, así como la máquina de Eddy Merckx y la bici con la que Francesco Moser batió su record de la hora, fue la que inició el camino para las bicis de contrarreloj actuales. Y para finalizar, una vista de la Colnago de Giuseppe Saronni, entre otras, en las instalaciones del museo.
Vía: ForoMTB.com
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