Por ejemplo, la Colnago Concept, que fue un estudio de bici de competición con transmisión desmodrómica y frenos hidráulicos. Posteriormente, desde una vertiente más realista surgió la Colnago C-35, una monocasco imponente que indicó el futuro inmediato que seguiría la construcción de cuadros de bici de carrera.
Ahora, aunque con casi todo ya inventado, Colnago nos vuelve a sorprender con un cuadro basado en su glorioso C-59 montado con grupo electrónico, pero en este caso, incorporando la batería en el interior del cuadro. Pronto, cualquier bicicleta de competición de alta gama vendrá únicamente preparada para la instalación de grupos electrónicos y los cables trenzados, las levas y muelles pasarán a la historia...
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