1972 fue el año en que la marca subió al firmamento ciclista, ya que el patrocinador Brooklyn se asoció con Roger De Vlaeminck y Patrick Sercu para formar el famosísimo equipo profesional donde ambos se llenarían de triunfos, siempre junto al lado de sus bicicletas italianas GIOS. La marca italiana decidió que necesitaba un color que definiera a sus bicicletas sólo con verlas, al igual que hizo el rojo Ferrari con sus coches, así que después de muchas pruebas se logró el azul eléctrico característico que ha hecho famosas a las máquinas italianas.
Su producción todavía casi artesana y sus avances tecnológicos como las punteras traseras con regulación micrométrica en sus modelos compact, no dejaron indiferentes al público y ahora con los modelos de carbono sigue estando a la vanguardia del diseño italiano de bicicletas.
Vía: GIOS
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